domingo, 8 de marzo de 2009

Photoshopea como un Egipcio

Señores Padres(*):

Muchos de nosotros admiramos el arte y la historia del País de Kemi , sus megalomanías arquitectónicas, sus atentos e irascibles neteru (dioses), sus teorías sobre el Más Allá, su tenacidad (obligada suponemos) en el más acá.


Gracias a su organización política y religiosa, lograron mantener un Imperio que si los yankis leyeran y conocieran su existencia, envidiarían.

El primer Faraón conocido de Hat Ka Ptah (en griego Aegyptos) fue Narmer /Menes y las sucesivas casas dinásticas gobernaron por milenios con el poder de dioses encarnados.

La edad promedio de vida en Egipto Antiguo era de 35 años. (Hoy? Y… esperamos sinceramente que pase los 40…)

Dentro de lo problemática que puede ser la crisis de los 30, los nilóticos la pasaban bastante bien, si hacían caso y el Estado les proveía trabajo y alimentos, y si el Nilo así lo decidía, claro.

Como siempre, todos - menos los nobles- trabajaban de 9 a 17 hs ( o más si eran empleados multinacionales de caravanas) y los únicos privilegiados que no tenían jefe eran los Escribas.

La belleza y perfección del arte egipcio estaba cuidadosamente reglamentada, con cánones establecidos que respetaban jerarquías religiosas, políticas y de clase.

En la época del Faraón Akhenatón (Amenhotep IV) y su bella esposa Nefertiti, hubo un auténtico libertinaje artístico (fuera de las reglas habituales) provocado por el derrumbe de las bolsas que significó el Monoteísmo y porque el Faraón estaba más ocupado adorando a Atón (el sol) que persiguiendo a los que lo inmortalizaban como el Cuco.

Fuera de ese interesante y fugaz reinado, cada fresco, cada pájaro, cada rostro humano que vemos, estaba preestablecido, en sus medidas, ubicación y colores.

Los artistas desarrollaban (“) su talento presos de estrictas indicaciones al respecto, llegando incluso a ser inscriptos en el Veraz e inhibidos si después de unas cervezas decidían usar su imaginación.

Acostumbraban regalar souvenires motivadores en sus reuniones y fiestas, entre ellos una momia con la sabia leyenda “Hoy riamos, bailemos, comamos y bebamos, que mañana serás como yo.”

Siendo en épocas de prosperidad su dieta rica y variada, (no existía la bicicleta y las largas caminatas en el desierto eran costumbres judías, no egipcias) lo más común era que la realeza y los nobles, fueran notablemente obesos.

Asi, Amenhotep III, Akhenatón, Ramsés II, Ramsés III, Merenptha, Tiy, Hatshepshut y quizás hasta la propia Nefertiti, eran pacientes con obesidad mórbida que hacían palidecer a los transportadores de literas.

Como los sagrados trámites para el Más Allá exigían presentarse ante los dioses con armonía, belleza y simetría, los egipcios inventaron el Photoshop a Mano Alzada hace varios miles de años, modificando pesados detalles de la realidad.

A todo esto, lejos estaban de pensar en aflojarle a los postres...
Ser obeso era signo de alta jerarquía social y todos llevaban su busarda con la gracia (“) de las chicas de Pancho Dotto.

Razonemos, nadie que se alimente a cereal y ande construyendo pirámides podrá estar mucho tiempo sin suero intravenoso. Ser gordo era casi un pasaporte a la vida, total, igual se morían antes de la diabetes y esos efectos secundarios. Como dijo una amiga, "Gracias a Dios que nací en el siglo XX!"

Queridos rubios y nubios, hay mucho por descubrir del país de la Tierra Negra, pero ahora la Dra. Elle se va a dar precisas instrucciones a los artistas que pintan los frescos del patio (aquí somos politeístas).

Vaya un saludo egipcio, esto es, un apretón de manos y un mantecol.
Enjoy!





* : Un pequeño homenaje al inicio de las clases.

1 comentario:

  1. Soy el Loro Sosa y paso para que veas que sigo tu blog, estoy harto de que digas que a esto no lo lee ni el Loro Sosa. No me difames más y dejá de romper las ciberpelotas. Garridos!

    ResponderEliminar