Bienvenidos a los festejos obligatorios, queridos capelli biondi!
Lo mejor de mañana -además de alejar mis problemas pensando que fueron el año pasado-, es que van a dejar de aparecer en mi celu sms de gente que me envía cadenas de saludos supuestamente ingeniosas cuyos rostros no veo hace mas de tres años.
No basta abrir el correo cada día y nadar entre una sarta de estupideces hasta dar con los mails que son comunicación efectiva, sino que llega a nosotros esa espantosa forma de no decir nada (propio) pretendiendo despertar una sonrisa que en mi caso sólo despierta un pequeño y quizás liberador ataque de odio apenas reprimido.
Hasta dónde llegaremos?
Cuando pensé que Zulma Lobato había cruzado cierta línea, Ricardo Fort me hizo pensar que ni ser multimillonario te salva de la ola freaky posmoderna.
Hasta hace un tiempo no tan lejano, bajar libros y películas era una agradable aventura con pequeñas sorpresas, hasta que se empezó a priorizar el contador de visitas como bien supremo de una página y ahora las busquedas te envían a lugares donde no va a estar lo que buscás pero vos vas a contribuír con tu click a la publicidad de ese sitio.
Ta-daaa!
La secundaria es un concurso cool que consiste en llevarse la mayor cantidad de materias. Los buenos alumnos son discriminados. La ortografía murió en un chat a principios de los 90, ke en pas descanze.
El jamón se corta en cuadraditos. Por la maldita constante cosmológica! Si quiero una tarta de jamón y queso, por qué tengo que masticar jamón tipo picada? Estamos perdiendo el eje!
Nadie quiere perder el tiempo. El apuro y la impaciencia amenizan nuestros intercambios cotidianos. Esperar en una fila o ser atendido durante más de cinco minutos saca al increíble Hulk que todos llevamos dentro.
No hay manera de no perder el tiempo, think about it.
Para hoy, mis pequeños saltamontes albinos, les deseo que lo pasen como puedan, que se banquen a sus parientes con una sonrisa zen, que no piensen en el balance del año, - pueden hacerlo el 17 de abril si quieren-, que no se sientan mal si no están felices, -la felicidad dura poco y es una lucecita efímera que hay que recordar en tiempos oscuros, pero es breve, trust me!- y sobre todo, les deseo que, cuando se acuesten después de los corchazos y el lechón, solos o acompañados, estén contentos de ser quienes son.
Lo mejor de mañana -además de alejar mis problemas pensando que fueron el año pasado-, es que van a dejar de aparecer en mi celu sms de gente que me envía cadenas de saludos supuestamente ingeniosas cuyos rostros no veo hace mas de tres años.
No basta abrir el correo cada día y nadar entre una sarta de estupideces hasta dar con los mails que son comunicación efectiva, sino que llega a nosotros esa espantosa forma de no decir nada (propio) pretendiendo despertar una sonrisa que en mi caso sólo despierta un pequeño y quizás liberador ataque de odio apenas reprimido.
Hasta dónde llegaremos?
Cuando pensé que Zulma Lobato había cruzado cierta línea, Ricardo Fort me hizo pensar que ni ser multimillonario te salva de la ola freaky posmoderna.
Hasta hace un tiempo no tan lejano, bajar libros y películas era una agradable aventura con pequeñas sorpresas, hasta que se empezó a priorizar el contador de visitas como bien supremo de una página y ahora las busquedas te envían a lugares donde no va a estar lo que buscás pero vos vas a contribuír con tu click a la publicidad de ese sitio.
Ta-daaa!
La secundaria es un concurso cool que consiste en llevarse la mayor cantidad de materias. Los buenos alumnos son discriminados. La ortografía murió en un chat a principios de los 90, ke en pas descanze.
El jamón se corta en cuadraditos. Por la maldita constante cosmológica! Si quiero una tarta de jamón y queso, por qué tengo que masticar jamón tipo picada? Estamos perdiendo el eje!
Nadie quiere perder el tiempo. El apuro y la impaciencia amenizan nuestros intercambios cotidianos. Esperar en una fila o ser atendido durante más de cinco minutos saca al increíble Hulk que todos llevamos dentro.
No hay manera de no perder el tiempo, think about it.
Para hoy, mis pequeños saltamontes albinos, les deseo que lo pasen como puedan, que se banquen a sus parientes con una sonrisa zen, que no piensen en el balance del año, - pueden hacerlo el 17 de abril si quieren-, que no se sientan mal si no están felices, -la felicidad dura poco y es una lucecita efímera que hay que recordar en tiempos oscuros, pero es breve, trust me!- y sobre todo, les deseo que, cuando se acuesten después de los corchazos y el lechón, solos o acompañados, estén contentos de ser quienes son.
Y si no... bué!
O se creyeron lo del jardín de rosas?
Posmo kisses, my friends...
The 2010 is blowing in the wind.
