lunes, 16 de marzo de 2009

Sinecdoche

Mi amigo Pablo vino a plantearme una exótica situación, derivada de sus recorridas por el espinel.com.

Pablo: Estoy enamorado de una Sinécdoque.
Elle: What?
Pablo: Si. Una mujer que me deja ver sus partes, a través de las cuales la conozco y la siento, pero que no me deja tenerla del todo.
Elle: Siempre hay líos cuando empezamos con las partes…
Pablo: Ella es P., es C., es L., es F.,y es J. también (a veces).
P. tiene novio, C. es ácida, L. es inalcanzable, F. es putísima y J. recolecta ideas online..
Elle: ¡Y vos sos un tarado a cuadritos!
Pablo: No. Yo me crucé a la Quintísima Quintidad.
Elle: Ajá…Y la Quintísima esta, si fuera posible, ¿qué objeto persigue decís vos? Mirá que hay que estar al peppo, ¿eh?
Pablo: Que la adoren, supongo. O escribir Idiota Fidelis Traditio, un gran texto.
Elle: ¿Y vos la adorás? ¿Cuándo te volviste estúpido?
Pablo: No. Yo la quiero. Es decir, quiero a sus partes por separado.
Elle: Según las Sagradas Escrituras, eso sólo tiene una solución.
Pablo: ¿Cuál?
Elle: Que todas esas partes se enamoren de vos, así vuelve a ser Una. (Ver: “El Vizconde demediado”, Italo Calvino, Ed. Einaudi,1952. Trilogía “Nuestros Antepasados” Amén.)
Pablo: ¿Y si no existe en realidad?
Elle: Pues… que ponga tanto empeño en existir aunque no exista, de modo que termine existiendo, si quiere.
(cfr. “El Caballero inexistente”, Italo Calvino, Ed. Einaudi, 1959, Trilogía “Nuestros Antepasados”Amén)
Pablo: ¿Y si existe y sólo se está burlando de mí?
Elle: Esto merece una lectura:

(Cósimo hacía varios días que vivía sobre de los árboles –por negarse a comer un plato de torturados caracoles hecho por su hermana-, y había dicho que no bajaría jamás. Su padre fue a buscarlo.)

“El barón Arminio cabalgó hasta debajo del árbol. Era un atardecer rojo. Cósimo estaba entre las ra­mas desnudas. Se miraron a la cara. Era la primera vez, desde la comida de los caracoles, que se encon­traban así, cara a cara. Habían pasado muchos días, las cosas habían cambiado, uno y otro sabían que ya no se trataba de caracoles, ni de la obediencia de los hijos o la autoridad de los padres; que todas las cosas lógicas y sensatas que podían decirse es­tarían fuera de lugar; con todo, algo tenían que decir.
—¡Da un hermoso espectáculo, usted! —comenzó el padre, amargamente—. ¡Y muy digno de un gen­tilhombre! —(Lo había tratado de usted, como acos­tumbraba en las reprensiones más graves, pero ahora ese hábito tuvo un sentido de alejamiento, de desa­pego.)
—Un gentilhombre, señor padre, lo es tanto es­tando en el suelo como estando en las copas de los árboles —respondió Cósimo, y enseguida añadió—: Si se comporta rectamente.
—Una buena sentencia —admitió gravemente el barón—, aunque, hace poco, estaba robando cirue­las a un arrendatario.
Era verdad. Lo había sorprendido. ¿Qué debía respon­der? Sonrió, pero sin altanería ni cinismo: con una sonrisa de timidez, y enrojeció.
También el padre sonrió, con una sonrisa triste, y quién sabe por qué también él enrojeció.
—Ahora se junta con los peores bastardos y pordioseros —dijo luego.
—No, señor padre, yo estoy por mi cuenta, y cada uno por la suya —dijo Cósimo, firme.
—Lo invito a bajar al suelo —dijo el barón, con voz calmosa, casi apagada— y a recobrar los deberes de su estado.
—No pienso obedecerle, señor padre —dijo Có­simo—, y me duele.
Estaban incómodos los dos, hastiados. Cada uno sabía lo que el otro iba a decir.
—Pero ¿y sus estudios? ¿Y sus devo­ciones de cristiano? —dijo el padre—. ¿Piensa cre­cer como un salvaje de las Américas?
Cósimo calló. Eran pensamientos que todavía no se había planteado y no tenía ganas de plantearse. Luego dijo:
—¿Por estar unos metros más arriba cree que no me llegarán buenas enseñanzas?
También ésta era una respuesta hábil, pero era ya como una disminución del alcance de su gesto: signo de debilidad, pues.
Lo advirtió el padre y se volvió más apremiante:
—La rebelión no se mide por metros —dijo—.Incluso cuando parece de pocos palmos, un viaje puede quedar sin retorno.
Ahora mi hermano habría podido dar otra res­puesta noble, tal vez una máxima latina, que ahora no me viene ninguna a la cabeza, pero entonces sa­bíamos muchas de memoria. En cambio, aburrido de estar allí con aquel aire solemne; sacó la lengua y gritó:
¡Pero yo desde los árboles meo más lejos!—frase sin mucho sentido, pero que cortaba de gol­pe la discusión.(…)
El caballo del barón de Rondó dio un salto, el barón apretó las riendas y se envolvió en la capa, como para irse. Pero se volvió, sacó un brazo de la capa y señalando al cielo que se había cargado rápida­mente de nubes negras, exclamó:
¡Cuidado, hijo, hay Quien puede mear sobre todos nosotros! —y se alejó.
La lluvia, esperada desde hacía tiempo en el cam­po, empezó a caer con gruesas gotas.”

“El Barón rampante” Italo Calvino, Ed. Einaudi, 1957, Trilogía “Nuestros
Antepasados” (Amén.)

Elle: Da igual que sean árboles o messengers, my friend.
Pablo: Amén. Gracias amiga.

Y se fue. Un poco dividido, con el alma apenas adentro de la ropa, terco y altivo, como un príncipe. Es encantador, mi amigo Pablo.

jueves, 12 de marzo de 2009

Purple Rain




Sin auto y siendo risible en esta ciudad pretender encontrar un taxi con menos de media hora de espera, pensando ilusamente que era una lloviznita pasajera (“), saqué la campera de lluvia, el casco y me largué a disfrutar los 5 kms. que hago todos los días para ir al trabajo.
A las 6 cuadras comenzó a llover furiosamente, por supuesto.


Aquí empieza una mutación que no describe ni el I Ching en toda su gloria: Unos pocos milímetros de agua convierten este barrio y la ciudad en el Pantano de los Everglades, o sea, en una enorme ciénaga de agua dulce, peligrosa y traicionera.


Pensé en volver, pero ya me había mojado tanto que era como rendirse como Bob Patiño después de haberse dejado pegar solamente. No.



Desoyendo la voz interior acerca de cables, ramas que caen, bocacalles que desbordan, y el monstruo del lago Ness, me lancé entre los autos como una hormiga enloquecida más, que si ellos estaban apurados, me too!




Cuando llueve, no se qué secreciones se activan, pero dejamos de respetar los semáforos, la derecha y la prohibición de estacionar en doble fila.
Así es que legiones naftípodos infringen hasta las más obvias y automáticas de las normas de tránsito.



Hablando de eso, observando que ríos bastante caudalosos tomaban posesión de las calles, me sentí autorizada internamente para circular por las veredas, esquivando canteros, baldosas apiladas, gente y escalones.
Varias veces quedé atrapada en algunas esquinas, hasta que la resignación a rodar con la moto arrastrada por la corriente me hacía acelerar y finalmente avanzar en el trayecto.

No sé que tal serán las calles de Tai Pei o de Tokio, pero los tarados asiáticos que diseñaron esta porquería no previeron que iba a corcovear y toser al poco de tiempo de sumergirse en los arroyitos de cada esquina. La moto es baja, con el agua se para y cuando está seco impacta indefectiblemente contra los badenes. La detesto la mayoría del tiempo. Si. A veces da más trabajo sacarse de encima ciertos objetos que soportarlos…

Lo más frágil de andar en moto, el punto vulnerable, una sensación más inquietante que la de caer -que los que andamos en moto solemos evitar con soltura-, es el frecuente suceso de sentir el agua helada, tibia o caliente (según la estación) mojarte los pies, aunque tengas tus zapatillas de correr y medias, botas, alpargatas o sandalias.





Excepto que modifiques tu aspecto exterior al punto de bancarte ir a trabajar con las botas amarillas del portero y te expongas a que -como hoy- al poco tiempo del diluvio salga el sol y a sentir tus piecitos dentro de las botas correr la suerte de una pata de pollo rostizada lentamente en el microondas. I am not ready, folks.


Finalmente llegué a destino. Saqué la toalla de la mochila, volví en mí y desarrollé mis actividades descalza como una japonesa, lástima que no había alfombras.
La gente? La gente nunca imaginó las húmedas aventuras que la heroína atravesó para cumplir con su tarea.


lunes, 9 de marzo de 2009

domingo, 8 de marzo de 2009

Photoshopea como un Egipcio

Señores Padres(*):

Muchos de nosotros admiramos el arte y la historia del País de Kemi , sus megalomanías arquitectónicas, sus atentos e irascibles neteru (dioses), sus teorías sobre el Más Allá, su tenacidad (obligada suponemos) en el más acá.


Gracias a su organización política y religiosa, lograron mantener un Imperio que si los yankis leyeran y conocieran su existencia, envidiarían.

El primer Faraón conocido de Hat Ka Ptah (en griego Aegyptos) fue Narmer /Menes y las sucesivas casas dinásticas gobernaron por milenios con el poder de dioses encarnados.

La edad promedio de vida en Egipto Antiguo era de 35 años. (Hoy? Y… esperamos sinceramente que pase los 40…)

Dentro de lo problemática que puede ser la crisis de los 30, los nilóticos la pasaban bastante bien, si hacían caso y el Estado les proveía trabajo y alimentos, y si el Nilo así lo decidía, claro.

Como siempre, todos - menos los nobles- trabajaban de 9 a 17 hs ( o más si eran empleados multinacionales de caravanas) y los únicos privilegiados que no tenían jefe eran los Escribas.

La belleza y perfección del arte egipcio estaba cuidadosamente reglamentada, con cánones establecidos que respetaban jerarquías religiosas, políticas y de clase.

En la época del Faraón Akhenatón (Amenhotep IV) y su bella esposa Nefertiti, hubo un auténtico libertinaje artístico (fuera de las reglas habituales) provocado por el derrumbe de las bolsas que significó el Monoteísmo y porque el Faraón estaba más ocupado adorando a Atón (el sol) que persiguiendo a los que lo inmortalizaban como el Cuco.

Fuera de ese interesante y fugaz reinado, cada fresco, cada pájaro, cada rostro humano que vemos, estaba preestablecido, en sus medidas, ubicación y colores.

Los artistas desarrollaban (“) su talento presos de estrictas indicaciones al respecto, llegando incluso a ser inscriptos en el Veraz e inhibidos si después de unas cervezas decidían usar su imaginación.

Acostumbraban regalar souvenires motivadores en sus reuniones y fiestas, entre ellos una momia con la sabia leyenda “Hoy riamos, bailemos, comamos y bebamos, que mañana serás como yo.”

Siendo en épocas de prosperidad su dieta rica y variada, (no existía la bicicleta y las largas caminatas en el desierto eran costumbres judías, no egipcias) lo más común era que la realeza y los nobles, fueran notablemente obesos.

Asi, Amenhotep III, Akhenatón, Ramsés II, Ramsés III, Merenptha, Tiy, Hatshepshut y quizás hasta la propia Nefertiti, eran pacientes con obesidad mórbida que hacían palidecer a los transportadores de literas.

Como los sagrados trámites para el Más Allá exigían presentarse ante los dioses con armonía, belleza y simetría, los egipcios inventaron el Photoshop a Mano Alzada hace varios miles de años, modificando pesados detalles de la realidad.

A todo esto, lejos estaban de pensar en aflojarle a los postres...
Ser obeso era signo de alta jerarquía social y todos llevaban su busarda con la gracia (“) de las chicas de Pancho Dotto.

Razonemos, nadie que se alimente a cereal y ande construyendo pirámides podrá estar mucho tiempo sin suero intravenoso. Ser gordo era casi un pasaporte a la vida, total, igual se morían antes de la diabetes y esos efectos secundarios. Como dijo una amiga, "Gracias a Dios que nací en el siglo XX!"

Queridos rubios y nubios, hay mucho por descubrir del país de la Tierra Negra, pero ahora la Dra. Elle se va a dar precisas instrucciones a los artistas que pintan los frescos del patio (aquí somos politeístas).

Vaya un saludo egipcio, esto es, un apretón de manos y un mantecol.
Enjoy!





* : Un pequeño homenaje al inicio de las clases.

viernes, 6 de marzo de 2009

Taquicardiata (Allegro)


Minutos previos hablando del Amor, casi a la vez y con mutuas interrupciones... /El tiempo maldita daga lamiéndonos los pies…/


E -“¿Estás bien con Natalia?
P - No.
(corchea)
E - Avisame cuando te separes. Quiero anotarme en la lista.
(semifusa)
P - Cuando me separe yo me vengo directo para acá !
Ya estás anotada, sos la primera.
(silencio de negra)
E - Bueno, pero apurate…
P - Bueno, esperame con tacos altísimos…
(cuatro corcheas)
E – Te espero con tacos altos … Y yo que tengo que esperar?
P - Un concierto. Mozart. Acá en tu casa, para vos sola…”
(Marcha Triunfal de Aida, Act 2 )


Hacía mucho, mucho tiempo que la constante cosmológica no se detenía un segundo luz…

jueves, 5 de marzo de 2009

Tomografía Computada

En un fructífero diálogo con una de sus queridas amigas del alma, otra Dra. por cierto, quizá más equilibrada, moderada y organizada que la Dra. Elle, a quien las cosmogonías y cosmologías a veces atrapan en una suerte de cientificismo adolescente, en una nebula de… pongamos de gas y polvo, el famoso medio interestelar, imágenes del pasado adquirieron nuevas luces, antes desconocidas.
Decía que de tan ilustre interlocutora, mujer joven, bonita y talentosa, sólo se puede esperar ars bene dicendi, expresiones atinadas y pertinentes.
Ahora bien, los resultados obtenidos del análisis de la Foto de Quinto Año Secundario, denotan cierto salvajismo, por no decir burlas arteras y malintencionadas.

Se procedió a elegir las más lindas, las ostensiblemente feas y las delmont (del montón).
Las Dras. se ubicaron en la media (delmont) en un acto quizás demasiado humilde, para no alterar los resultados del estudio.


Lindas: 5
Delmont:8
Feas: 18

Con sorpresa y mirada enriquecida por el paso de los años, observaron que las más Lindas, (excepto la más linda desde primer grado que no amerita discusión alguna), eran seres de perfil bajo, que no andaban llamando la atención ni escorchando cual pasistas carnavaleras.

Las Delmont, chicas comunes, que quizás no harían dar vuelta a nadie para volverlas a mirar, pero que tenían lo suyo, algunos atributos tranquilizadores.

Lo que resultó un descubrimiento escalofriante fueron las Feas.
Por Tutatis! Que fiereza, mamá! Es un misterio cómo no estallaron los vidrios de aquellas aulas.

Por obvias razones no se pueden mostrar las fotos, pero a continuación, la descripción de las facies tipificadas:


1- Cara de Jabalí Dopado.
2- Cara de Hobbit o Duende de Bosque Profundo.
3- Cara de Conejito de Eveready Malo
4- Pegajosa, Viscosa, Toquetona
5- Cara de Shrek Deprimido
6- Cara de Gnomo Vigilante
7- Jose Luis Perales
8- Nalbandián
9- Fito Páez
10- La Mona Jiménez
11- Tweety Post Lobotomía
12- La Tigresa de Oriente (buscar en youtube)
13- Stuart Little después de la cama solar.
14- Misery
15- Cara de Marsopa Pensativa
16- Cara de Noplis Nobwana
17- Sabattini con más Progesterona
18- Cara de Torta ( pastel redondo y sin decorar)

Primeras impresiones al observar los resultados:

Dra. Justine :-“Sabés que hay una parte mía que no logro controlar, y es capaz de lo peor.”
Elle : -“Me too, pero vos sos la parte más razonable…”


Terminaron de tomar el té, y una oscura pregunta sobrevoló el blanco mantel:

-“¿Qué pensarán ellas de nosotras?”

-“Ellas no piensan.” –dijeron.
- “Y nosotras hablando de ellas las mantenemos vivas.”

Y la suave sombra de la tarde desavaneció la memoria de tiempos idos para dar paso a otra conversación, de las muchas que tuvieron en esos días alegres.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Caras conchetas, miradas berretas


y hombres encajados en Cardón. Oigo "dame" y "quiero" y "no te metas"

(Han llegado quejas a mis rubios bucles neuronales, comentarios pérfidos relativos a que la bipolaridad es mi tierra natal y que mis artículos parecen escritos con un switch que sólo hace on y off…
Se preguntarán dónde están los comments, quiénes habrán osado proferir tales sentencias alocadas, ya que este blog es casi virgen de letra ajena (Y no por ser carmelito descalzo, eh?) pues bien, la Dra. Elle Woods, a veces les muestra a sus alumnos textos que les sirvan en el camino de la iluminación. Los discípulos han leído, han estudiado y han repetido, como siempre. Y también como siempre, el chupamedias de turno ha confesado la existencia de los rumores expuestos ut supra.)


Bien, gente blonda de las pampas, hablaremos hoy de la Soja y de sus maquiavélicas propiedades.

Primero, como dijo the Queen Cristina, La soja es un yuyo.

Es un yuyo verde, transgénico, peligroso y político, como ya habrán advertido los más lúcidos de ustedes.

Para informar correctamente, sepan que la producción nacional se vende principalmente a países asiáticos, donde es usada como forraje para los animales. Aquí es usada como forraje económico y social, para el pueblo. El pueblo, que dentro de 20 años va a recordar los campos como postales de la infancia, señalando los desiertos futuros de tierra árida y deteriorada cual vedetonga cincuentona.

Seamos sinceros, quién come soja? Quién ha visto un paquete de soja barato en el super? Lo que vemos son milanesas congeladas de dudosa composición. En la crisis del 2001 tuve la oportunidad de ver a una comunidad comer soja en diferentes preparados dos o tres veces por semana. Al poco tiempo, “Suficiente, suficiente, no de nuevo! –decían- de nuevo nooo!”


Los que dicen que el campo le da de comer al país, ajá. TODA la producción de empresas, comercios y personas le da de comer al país.

Que la gente del campo trabaja mucho, mjúm. YO TRABAJO 12 HORAS DIARIAS y no tengo camioneta 4 x 4 subsidiada con IVA.

La rentabilidad excesiva del campo, esto es la ganancia de MUCHO DINERO en POCO TIEMPO, y la inversión en propiedades derivó en el boom inmobiliario que hizo que sea prácticamente imposible comprar una casa para un ciudadano común.

La gente que tiene campos, además tiene varias propiedades y vehículos, tanto como permitía la ganancia de 3.000 pesos por hectárea sembrada con soja antes de la crisis global. (Un campo de 600 hectáreas como el De Angeli, 3000 x 600 = 1.800.000 (UN MILLON OCHOCIENTOS MIL PESOS de ganancia ya que los insumos se pagan con la cosecha anterior de trigo o maíz que se hace para “limpiar” la cosecha de soja previa).

Estos indigentes provocaron la detención del país en marzo del 2008. Estos pobres descamisados de Cardón cortaron rutas y erigieron referentes de la talla de De Angeli y Buzzi que se arrogan la representatividad de “El Campo”.

¿Qué tienen que ver ustedes con El Campo? Lo que les corresponde de un campo, lo único dirigido a ustedes de un campo argentino, es el cartel de NO PASAR PROPIEDAD PRIVADA de la tranquera. Y si no prueben. Vayan. Ni con escudo antimisiles van a salvar sus patrióticas cabelleras.

Y los peones de campo… Ojalá tuvieran acceso a una compu, ojalá hubiera blogs personales de peones de campo! Saben por qué no hay? Porque esa gente no tiene ni permiso para ir a la escuela de adultos para aprender a leer y escribir. Es trabajo casi esclavo, y mal remunerado.

Como dijo Atahualpa “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”

Entonces, antes de aplaudir como un energúmeno en la Fiesta Nacional de la Pindonga, PENSA, RAZONA. Mové tu neurona campestre en la dirección correcta. Oponete a los agroquímicos y si querés putearla a Cristina usá argumentos más personales y elaborados, DEFENDE A LOS QUE MENOS TIENEN, ocupate de los pibes desnutridos, de los que están en la calle, de la gente que ya le ganó a la liebre de tanto correrla.

Pero por la suma politeísta de todas las fuerzas divinas y paganas al cuadrado no seamos tan pelotudos! No perdamos la dignidad!

Usemos el cerebro como algo más flexible que una estrella de mar fosilizada!

Canalizá tu fuerza heroica y tu sentido de justicia para que te suban el sueldo, para que te reconozcan el laburo, para mejorar tu situación y la de tus compañeros, pero por dior!, no me digas que el Campo somos todos.

Si somos todos, que lo repartan.

Así, mientras mi soja crece al abrigo del veneno infame de Monsanto, me voy a hacer kilombo a la ruta, porque por supuesto, QUIERO MAS!!!

“Basta! Me voy, rumbo a la puerta
y después al boliche a la esquina
a tomar una ginebra con gente despierta.
Esta si que es Argentina!”