martes, 14 de julio de 2009

Black Heart


Murió de cocacerismo.
Si. La Coca Zero fue tomando una a una sus células y luego sus moléculas volviéndolas color jarabe.
Al año de tomar sólo Coca Z corrían burbujas por sus venas en vez de hematocitos.
A los 5 años había pasado de ser blanca a ser gris y en el barrio le decían Maikelita y le cantaban /Thrí-í-iller/.
A los 10 años era más negra que la mar de noche. Para entonces le llamaban La Negra.
Pero el desbarranque total empezó cuando se olvidó el castellano y sólo entendía y emitía sonidos en inglés. “The rose is red/ the violet is blue/the honey is sweet and so are you!” repetía como un mantra abrazada a una almohada con dibujos de Disney.
“Eres lo que comes” busquen en wiki, seguro está.
La cuestión es que -y quiero aclarar que no fue una pastilla de menta, no mientan plis-, una siesta se levantó demasiado dormida y sin mirar sacó de la heladera una botella con té de manzanilla.
Un solo trago bastó para que explotara como la bomba de Hiroshima.
Todos recordamos aquella lluvia de estrellitas que iluminó esa tarde, mientras se escuchaba la cortina de los Tiny Toons… y (en inglés) ¡Eso es todo amigos!


Fumás, tomás mate, cada tanto te convidan una chala, el azúcar es veneno, la sal también, el alcohol is dangerous, la soja es dinero transgénico, el café no te deja dormir, lo que no mata engorda y la humedad te destroza en verano y te congela en invierno. Un esquimal que conozco detesta el pescado y la comida nepalesa es muy picante. En la Luna, que está a un segundo luz, -hasta donde yo sé- no hay vida, aire ni comida. No es tan lejos, pero es peor, no? Si tuviera una panadería se llamaría“Sin Culpa”.
No lo olviden treasures… You are what you eat… En este momento soy un fernet con Coca Zero, adeus!

No hay comentarios:

Publicar un comentario