Al escuchar por primera vez el cuento Alí Babá y los cuarenta ladrones que le contó el abuelo, y las muchas veces más que lo leyó, ni por las tapas imaginó la trascendencia que tendría in future.
Tal vez a los ocho años relacionó las tinajas de aceite hirviendo de la sirvienta (-political correctness is off-) de Alí Babá con las ollas de aceite de las Invasiones Inglesas, but there was nothing…
El rubio cerebro soñador de la Dra Elle Woods entraba en trance al imaginar que con dos palabras podría moverse una roca gigante que abría la entrada al más fabuloso y rutilante tesoro, una montaña de objetos preciosos y exóticos, además de incontables monedas de oro. (To buy books!!!)
“Abrete Sésamo”
Ufff.
Esa magia que a veces recuerda cuando tiene que poner una contraseña, y la hace sonreír like a gato de Chesire.
Pero cuando hay que poner password en la alarma de la casa, del auto, en el messenger, en home banking, en el contestador del fijo y del celular, en taringa!, en los cursos online, en los programas que requieren serial y no encuentra el cd y en todas las putas páginas y archivos que requieren autenticación, Abrete Sésamo la lleva al país de las Pesadillas y a las Tierras de Mordor donde se extienden las sombras…
Los quemaría con aceite hirviendo, si.
Anyway, hay un password que la sigue asombrando.
Between the sheets, si someone pronuncia las palabras mágicas, siente un lento relámpago encantador, funciona el hechizo y abre algo más que sus piernas…
Say it again…
Tal vez a los ocho años relacionó las tinajas de aceite hirviendo de la sirvienta (-political correctness is off-) de Alí Babá con las ollas de aceite de las Invasiones Inglesas, but there was nothing…
El rubio cerebro soñador de la Dra Elle Woods entraba en trance al imaginar que con dos palabras podría moverse una roca gigante que abría la entrada al más fabuloso y rutilante tesoro, una montaña de objetos preciosos y exóticos, además de incontables monedas de oro. (To buy books!!!)
“Abrete Sésamo”
Ufff.
Esa magia que a veces recuerda cuando tiene que poner una contraseña, y la hace sonreír like a gato de Chesire.
Pero cuando hay que poner password en la alarma de la casa, del auto, en el messenger, en home banking, en el contestador del fijo y del celular, en taringa!, en los cursos online, en los programas que requieren serial y no encuentra el cd y en todas las putas páginas y archivos que requieren autenticación, Abrete Sésamo la lleva al país de las Pesadillas y a las Tierras de Mordor donde se extienden las sombras…
Los quemaría con aceite hirviendo, si.
Anyway, hay un password que la sigue asombrando.
Between the sheets, si someone pronuncia las palabras mágicas, siente un lento relámpago encantador, funciona el hechizo y abre algo más que sus piernas…
Say it again…
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