viernes, 20 de noviembre de 2009

The Same Nothing


Cuando además de que es el cumple de tu tío te das cuenta que en esa misma fecha todos los años estás a dieta, y en navidad también, hay una súbita percepción de que parece que siempre estás a dieta.

Y el tema de la dieta lleva a una suerte de flashbacks cuasi terroríficos: tu misma tía Leonorcita hablando sin respirar y haciendo que tu mente se ponga amarilla en la tercera frase.
Tu primo eternamente alzado que te toquetea como al pasar y cuenta chistes verdes.
Tu prima con novio nuevo como todos los años.
Algunos entes televisivos tratando de escuchar su programa favorito cuando no un partido, apretujados frente a la pantalla como si estuvieran frente a un fogón en la Antártida.
Los menores de 20 con la mirada perdida, una mano en el celu y la otra en la bandeja de sandwichitos.
Niños corriendo y gritando, jugando a la escondida y a la cachada hasta el momento mismo que los padres se van, instante en el cual lloran desconsoladamente.
Vos justificando tu ausencia injustificable, falta de interés y visitas tieras con excusas socialmente aceptadas: hard work crónico.
(Estás bien pero todos supondrán que el stress es tu vida y tu elemento, la fatiga tu descanso y calma)

Confieso que me gusta la rutina, me descansa de otras cosas, pero cuando hay una multiplicación fotográfica de las mismas escenas familiares ya es como demasiado, no?
Da para preguntarse: estamos en la matrix? Realmente nos comunicamos? (Answer: never in the puta life!)
Nuestros cerebros interactúan binariamente? (como andas-bien/ , todo bien? – si/, querés fernet?- si, gracias/, con supuestos inamovibles tales como “no se te ocurra decir ni ebrio las cosas que pensás”, “sonríe estúpidamente y nadie te romperá las pelotas”, “prohibido hacer preguntas personales”, etc.
Tenemos marcadores genéticos que nos hacen nadar en la más superficial de las comunicaciones?
Los cumpleaños son así? (y las fiestas de fin de año, y los almuerzos!)
Las familias son así?
Somos raros?
Son gente querible, amable y divertida, posta. Y claro, a costa de no dejar caer una idea ni aunque vengan degollando!
Y no pretendo hablar de física cuántica ni del logaritmo inverso de concentración de hidrogeniones de la coca light…
Pero sería tan lindo que hablemos de cómo somos! De lo que nos gusta y no, de cómo andamos en realidad, de lo que nos importa, de lo que queremos, de lo que nos preocupa…

What?

Para eso hay que pagar 100 mangos los cuarenta minutos semanales?
Naaaaa…………

Feliz, feliz Cumple, tío.

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